Catálogo de la exposición Josefina Junco - HUELLAS


CRÍTICAS: Una mirada libre y confiada. Rubén Suárez (La Nueva España) Josefina Junco, el color de la otra realidad. Paché Merayo (El Comercio) Cuando se ha empezado a considerar las cosas con una miradalibre y confiada, no se puede volver atrás ni claudicar. Es bueno amar tanto como se pueda porque ahí radica la fuerza, y el que mucho ama realiza grandes cosas y se siente capaz, y lo que se hace por amor está bien hecho.Pero ya se trate de la figura o el paisaje, ha habido siempre entre los pintores, una tendencia a convencer a la gente de que un cuadro era otra cosa que la representación de la naturaleza como se la vería en un espejo, otra cosa que una imitación, es decir, que es una recreación.
Vicent Van Gogh, 1853-1890
Para Josefina Junco, Pintora, en 1992. Querida Fefi: Me has dejado Ver tus cuadros, tus últimos cuadros para esta exposición. Te doy las gracias porque me has llenado de bellas sensaciones, de ese amor que tú tienes a las cosas, a las personas, a los pueblos. Tu mundo de forma y color va ampliándose con la lenta y dulce expansión de un derrame de miel. La crónica de tu familia, de tus vivencias, que siempre está reflejada en tu obra, va calando en los que la miramos yadmiramos. Desnudas tu vida con tal sinceridad que nos haces partícipes de ese recorrido tan fuerte y tierno a la vez. El difícilmente explicable "milagro" del color está manejado y sentido en estos cuadros con gran diversidad y riqueza. Tu melancolía, tu rabia, tu protesta o tu mirada de amor está explícita gracias al uso que haces de ese "milagro". También he visto muy diversa variedad de técnica, usando recursos adecuados a los muchos mundos que nos enseñas: en la mar hay más tormento, más temor a lo grande y desconocido, la pasta es más densa o más inconcreta. En algún caso un astro, luna o sol, semiaparece rompiendo el color. En los prados y en las casas te sientes más segura, más cobijada, plásticamente, claro. Y cuando una cosa -árbol, por ejemplo,- la haces arquetipo, veo los fondos de plata que lo sostienen en su desnudez más imponente, ya la vez querida y admirada. - Oye, ¿Le tienes cierto temor a los grandes barcos? Están lejos y entre brumas fantasmales.Bueno, no me hagas caso. Simplemente recuerdo aquí las sensaciones que he recibido en tu estudio. En fin, espero que esta nueva exposición de tí, y de tu vida, sea una positiva experiencia para que nos sigas dando lo tuyo. Hasta siempre. CAMÍN, Febrero, 1992