Cerezo blanco

Título: “Cerezo blanco”
Técnica: Temple y óleo s/tabla.
Medidas: 83x40 cms.
Fecha: 1994

Cerezo rosa de Cangas de Onís

Título: “Cerezo rosa de Cangas de Onís”
Técnica: Temple y óleo s/tabla.
Medidas: 83x40 cms.
Fecha: 1994

Contemplación II

Título: “Contemplación II”
Técnica: Temple y óleo s/tabla.
Medidas: 75x90 cms.
Fecha: 1994

Contemplación I

Título: “Contemplación I”
Técnica: Temple y óleo s/tabla.
Medidas: 75x90 cms.
Fecha: 1994

Gijón rosa

Título: “Gijón rosa”
Técnica: Temple s/tabla.
Medidas: 90x100 cms.
Fecha: 1994

Gijón azul


Título: “Gijón azul”
Técnica: Temple s/tabla.
Medidas: 90x100 cms.
Fecha: 1994

Arboleda de invierno II

Título: “Arboleda de invierno II”
Técnica: Temple y óleo s/tabla.
Medidas: 40x100 cms.
Fecha: 1994

Arboleda al atardecer de primavera

Título: “Arboleda al atardecer de primavera”
Técnica: Temple y óleo s/tabla.
Medidas: 40x100 cms.
Fecha: 1994

Colectivas de Navidad: adiós al batiburrillo de aficionados.

Título crítica: Colectivas de Navidad: adiós al batiburrillo de aficionados.
Autor: Rubén Suárez
Publicación: La Nueva España 31-12-1994

Finalmente nos referiremos a la más creativa y de mayor aportación artística, ya que se trata de una exposición monográfica con el tema de Gijón, en concreto Gijón Sur-Mer, una evocación a la francesa de sugestivo encanto y tradición plástica, que reúne a diecisiete artistas, todos ellos gijoneses o residentes en Gijón, que pintana su ciudad desde distintos lenguajes, pero con el común denominador de la calidad. La mayoría de las obras expuestas ha sido creada para esta exposición, pero no faltan algunas piezas «históricas» de Valle, Piñole, Suárez Torga, Aurelio Suárez, o de creadores que como Rubio Camín y Antonio Suárez transitan ahora por distintos presupuestos artísticos, pero nos vienen a recordar la vitalidad, la fuerza expresiva de aquellas obras de primera hora.

El resto de los artistas representados son José Arias, Armando, Fernando Díaz, Humberto, Josefina Junco, Pablo Maojo, Pelayo Ortega, Rodolfo Pico, Ramón Prendes, Fernando Redruello, Javier del Río y Estrella Sánchez. Independientemente de las pinturas individualmente consideradas, incluidas las pequeñas delicias escultóricas de Maojo, la exposición como instalaciónes toda una inmersión en lo plástico, un baño de color, solicitado el espectador por las muchas seduccionesque le llegan de las paredes de Cornión, llenadas en plenitud, pero sin confusión,por las obras expuestas.

Una muy interesante muestra de las que cabría esperar se repitiesen más a menudo.

Color, forma y luz de Gijón coinciden en una muestra que representa la pintura..

GIJÓN SUR-MER
Título crítica: Color, forma y luz de Gijón coinciden en una muestra que representa la pintura..
Autor: Paché Merayo
Publicación: El Comercio 24-12-1994

...del siglo XX asturiano.

La pintura asturiana de los pintores gijoneses (ya sea de cuna o de devoción) se ha concentrado estos días en una de las salas de exposiciones más pequeñas de la ciudad: Cornión. Pequeña en continente, pero no en contenido, pues su programa es uno de los más ricos de la región. Precisamente, para consolidar dicha realidad, Amador Fernández, su alma mater, ha convocado estos días una representación de algunos de los más interesantes creadores del siglo XX asturiano. No se trata,como se apresura a explicar Amador, de una colectiva de pequeños formatos, destinada a ser envuelta en papel de Navidad, sino una apuesta, de nuevo trascendente, por lo mejor del arte. Nombres como Nicanor Piñole o Camín, del que el espectador vuelve a encontrar su pasado, Pelayo Ortega, Rodolfo Pico, Josefina Junco o Ramón Prendes integran una lista de diecisiete artistas que se presenta bajo el titulo Gijón Sur-Mer

«Es habitual en las galerías de arte, por estas fechas, la organización de exposiciones colectivas de Navidad, utilizando obras de pequeño formato con un estilo comercial escrupulosamente adaptado al tiempo navideño. Nunca más lejos de nuestra intención ese tipo de muestras». Con estas palabras cierra AmadorFernández la puerta a toda posibilidad de confundir Gijón Sur-Mer, con un mercado de ocasiones.

Según Fernández, la muestra que estos días y hasta finales del próximo mes de enero ocupará la actividad de la sala que promueve y alimenta es mucho más que un encuentro entre el arte y el comercio (por otro lado inevitable en toda ocasión que el arte se exhibe con intención de ser vendido). La exposición que ahora ofrece Cornión presenta a una serie de artistas, cuyos trabajos discurren por caminos bien distintos bajo el punto de vista formal y unidos por «el resultado final, la creación y el desarrollo de la actividad plástica».

GIJÓN VÍNCULO FORMAL IY EMOCIONAL

Francisco Carantoña, director de EL COMERCIO y autor del prólogo del catálogo de la exposición, también destaca otra unión entre los creadores «estar vinculados de modo directo, indirecto o circunstancial a las formas, colores, iluminación o espacios gijonenes».

«Es una sorpresa agradable en ese contexto ver reaparecer a José Luis Suárez Torga, pintor gijonés en cierto modo olvidado, de quien se expone un delicado trabajo a la cera, donde el muelle local y sus gentes se alzan con el protagonismo. Junto a Suárez Torga están el Camín inicial, con uno de sus cuadros donde la antigua fábrica de gas condiciona con su volumen el espacio, y también el Antonio Suárez de los primeros tiempos, enfermizamente sensible a las delicadezas del color», explica Carantoña, quien más adelante define el conjunto expuesto como alegre e instructivo.

Por su parte Amador Fernándezrecuerda para dar sentido a la selección de artistas que, desde finales del siglo pasado hasta hoy son varias generaciones de pintores que han trabajado entre nosotros y hemos elegido a quienes se nos antojan más representativos, con inevitables, pero mínimas, ausencias».

Para el propietario de Cornión, «Gijón ha sido y es tierra de promisión para la pintura y el arte. Así lo demostramos reuniendo la presente y atípica muestra, tanto por la temática como el propio y saturado montaje, para la que hemos encontrado un nombre: Gijón Sur-Mer».

OCHENTA Y DOS CUADROS DE DIECISIETE ARTISTAS

Al definir el montaje como fruto de la saturación, Amador Fernández no se refiere a otra cosa que al hecho de someter la obra de diecisiete artistas gijoneses, traducida en un total de ochenta v dos cuadros, a los pocos metros cuadrados que definen su espacio expositivo y efectivamente, se ha logrado combinar todos los elementos de la exposición en las proporciones máximas en que dichos elementos pueden ser unidos.

Desde el techo al suelo, las paredes de la sala de exposiciones de la popular librería gijonesa están impregnadas de arte. José Arias, Armando, Camín, Fernando Díaz, Humberto, Josefina Junco Pablo Maojo, Pelayo Ortega, Rodolfo Pico, Nicanor Piñole, Ramón Prendes, Fernando Redruello, Javier del Río, Estrella Sánchez, Antonio Suárez, Aurelio Suárez y Suárez Torga son los destacados culpables de que tal reunión sea tan atractiva como atípica.

Horizonte Sur-Mer

Título crítica: Horizonte Sur-Mer
Autor: Eduardo Galguera
Publicación: La Voz de Asturias 22-12-1994

Compartiendo sala en Cornión, como invitados a una gran fiesta donde no falta casi nadie, 17 creadores de distinta procedencia y concepción artística, participan en la más completa exposición monográfica que se haya hecho sobre Gijón, 'donde se rinde homenaje a la ciudad, sus símbolos y sus referencias.

Es posible que hablar de arte gijonés a estas alturas suene a rancios tópicos que convendría eludir para no caer en viejas batallas localistas. Pero resulta inevitable reiterar que la capital de la Costa Verde siempre ha tenido una especial relevancia dentro del panorama creativo de esta región, cuyo mapa semeja un sílex y donde la luz se rompe y escasea.

Tal vez por ello, la exposición colectiva que puede verse estos días en la galería Cornión haga honor a su título -Gijón Sur-Mer y recuerde que esta ciudad fue -y sigue siendo- un excelente caldo de cultivo para las artes plásticas asturianas, no tanto como cantera de creadores como de lugar elegido por muchos de ellos para trabajar y vivir.

Gijón Sur-Mer no es, en absoluto, una exposición navideña más, convocada con fines comerciales y pensada para el consumo trivial de estas fechas, sino la respuesta más explícita del hervidero creativo gijonés al espectador de a pie, al ciudadano sin más, al hombre de todas partes que va y viene a Gijón -ciudad metropolitana, horizontal y abierta a los cuatro vientos-, a todo aquel -en fin- que cree en el arte a secas, con la única pretensión de disfrutar un cuadro con los ojos de un niño.

Diecisiete artistas representativos del último siglo de arte gijonés se cruzan miradas desde el pequeño escaparate de Cornión, uno de los principales impulsores del arte asturiano en los últimos años. Bajo prismas y concepciones muy distintas, pero con el nexo común de la temática y el compromiso estético, los autores más significativos de las últimas décadas se dan cita en un espacio sin tiempo, a los que se suman varias obras de Evaristo Valle y Nicanor Piñole, maestros incuestionables de la pintura asturiana actual, cedidos para la ocasión por Francisco Carantoña.

Bajo la singular mirada de Camín, Pablo Maojo, Rodolfo. Pico, Josefina Junco, Pelayo Ortega, Antonio Suárez, Javier del Río, Humberto, Fernando Redruello y otros, las calles y muelles de Gijón, la playa de San Lorenzo, los barrios industriales, los símbolos y referencias de la ciudad -como el Elogio del horizonte- trepan literalmente por las paredes de la galería, hasta un total de 80 piezas que nodejan espacios muertos y casi se tocan, conformando puzles cuadrangulares.

Los balcones, tejados y chimeneas se abren paso entre humos y sombras, entre luces y lluvia, hacia un mar siempre de fondo, que se intuye o imagina. Gijón ya no es Gijón, sino una villa Sur-Mer, la ciudad a la que todos hemos ido a parar de cualquier forma, recogida en 80 instantáneas a todo color por los mejores testigos de cada momento. Porque, en realidad, todos los caminos conducen al horizonte.

El arte de Gijón Sur-Mer

Título crítica: El arte de Gijón Sur-Mer
Autor: Juan Carlos Gea
Publicación: La Nueva España 19-12-1994

Gijón Sur Mer es el título escogido por la galería Cornión para una excepcional muestra colectiva que tiene la ciudad y sus artistas como centro. Ochenta y dos obras de dieciocho artistas enraizados en Gijón -por nacimiento, adopción o devoción- integran la exposición que se inauguró el pasado viernes y permanecerá abierta al público hasta mediados del próximo mes de enero.

La idea que ha guiado a Amador Fernández, responsable de la galería gijonesa, a la hora de organizar la exposición ha sido la de recuperar, desde la iniciativa privada, el espíritu de los desaparecidos «salones de Navidad», que no eran sino muestras colectivas que se organizaban tradicionalmente con ocasión de las fiestas navideñas.

A partir de esta premisa, el hilo conductor propuesto por el galerista para la exposición ha sido el de Gijón, por cuanto Amador Fernández considera que la villa «es un lugar de encuentro de artistas, nacidos o no en el municipio, pero que encuentran en la ciudad y en su entorno un motivo artístico muy atractivo y que en la mayor parte de los casos se quedan aquí a vivir».

La galería Cornión se sitúa, de este modo, en sintonía con la poética de algunos de los más interesantes artistas españoles del momento, que tienen como uno de sus principales objetivos recuperar para la pintura los ámbitos vitales más inmediatos y cotidianos. Obras como la de Pelayo Ortega, desde Asturias, o Angel Mateo Charris, desde Cartagena (Murcia), apuestan decididamente por esta vertiente.

Artistas jóvenes
En «Gijón Sur-Mer» al espectador le es posible, por tanto, abarcar en un espacio mínimo, y aprovechado por la galería hasta la filigrana, un amplio abanico de miradas sobre la ciudad, que enlaza la obra de maestros como Evaristo Valle y Nicanor Piñole con las aportaciones de artistas actuales como Pelayo Ortega, Humberto, Estrella Sánchez o Josefina Junco, a través de las interpretaciones pictóricas de Suárez Torga, Antonio y Aurelio Suárez o Rubio Camín. La obra de los artistas más jóvenes ha sido creada expresamente para «Gijón Sur-Mer».

El mar es, precisamente, el motivo más recurrente en la muestra, en la que abundan las referencias con muy diferente talante y estilo a la playa de San Lorenzo, aunque también se incluyan imágenes de la zona rural (caso de Evaristo Valle), el Gijón urbano e industrial (en un espléndido cuadro de Rubio Camín pintado por el autor cuando contaba poco más de veinte años) y hasta al pasado romano de la ciudad.Con motivo de la exposición «Gijón Sur-Mer», Cornión ha encargado, asimismo, la edición de un libro que contendrá dieciocho láminas -una por cada autor que participa en la muestra- y textos del periodista Francisco Carantoña, director del diario «El Comercio».

Con «Gijón Sur-Mer», la galería Cornión cierra un interesante año de actividad con las miras puestas en la promoción del arte contemporáneo asturiano. Amador Fernández aún no ha decidido si la galería iniciará-en el año 1995, como, lo hizo el año que acaba, con la participación en la feria internacional de arte Arco.La decisión se tomará en las próximas semanas, según apuntó a este diario el responsable del centro cultural.

Dieciocho pintores
En la exposición participarán en concreto dieciocho pintores, todos ellos ligados de uno u otro modo a la villa de Jovellanos. Once de estos artistas han dedicado sus más recientes creaciones a Gijón. Los siete restantes eligieron también en algún momento de su trayectoria artística la ciudad como eje de su temática.

La exposición pretende también rendir un homenaje a pintores ya desaparecidos, como Evaristo Valle o Nicanor Piñole. No faltará en la muestra un cuadro de José Luis Suárez Torga, cuyo fallecimiento cortó una prometedora carrera. Esta obra ha sido cedida para la ocasión por Francisco Carantoña.

Entre las obras destaca, por ejemplo, el cuadro titulado «La luz de la mañana (Tintín en Gijón)», del mierense Pelayo Ortega. Dos artistas representan en la muestra de Cornión que se inauguró el pasado viernes la pintura de posguerra. Son Antonio Suárez y Joaquín Rubio Camín.

Catálogo de la exposición GIJÓN SUR-MER


CRÍTICAS: Colectivas de Navidad: adiós al batiburrillo de aficionados. Rubén Suárez (La Nueva España) Color, forma y luz de Gijón coinciden en una muestra que representa la pintura.. Paché Merayo (El Comercio) Horizonte Sur-Mer. Eduardo Galguera (La Voz de Asturias) El arte de Gijón Sur-Mer. Juan Carlos Gea (La Nueva España ) PRESENTACIÓN Son habituales en las galerías de arte, por estas fedlas, la organización de exposiciones Colectivas de Navidad, utilizando obras de pequeño formato con un sentillo comercial escrupulosamente adaptado al tiempo navideño. Nunca más lejos de nuestra intención ese tipo de muestras. La exposición que ahora ofrece Cornión presenta a una serie de artistas asentados en Gijón, cuyos trabajos discurren por caminos bien distintos bajo el punto de vista formal, a los que unifica el resultado final, la creación y el desarrollo de la actividad plástica. Desde finales del siglo pasado hasta hoy son varias las generaciones de pintores que han trabajado entre nosotros y hemos elejido a quienes se nos antojan mas representativos, con inevitables pero mínimas ausencias. Gijón ha sido y es tierra de promisión para la pintura y el arte. Así lo demostramos reuniendo la presente y atípica muestra, tanto por la temática como por el propio y saturado montaje, para la que hemos encontrado un nombre: GUON SUR-MER. Amador Fernández UN SALÓN DE NAVIDAD INFORMAL Y ANÁRQUICO Los nombres bien elegidos definen y aclaran. "Gijón-sur-mer", en este sentido, es una acertada manera de denominar un conjunto de cuadros que no tienen entre sí otra relación que estar vinculados de modo directo, indirecto o circunstancial a las formas, colores, iluminaciones o espacios gijoneses. El tiempo en que la muestra tiene Iugar, y algunos de los nombres que en ella figuran, trae a la memoria los salones de Navidad y otras exposiciones semejantes que aquí se llevaron a cabo cuando terminaba la década de los años cuarenta y comenzaba la de los cincuenta. Es una sorpresa agradable en ese contexto ver reaparecer a José Luis Suárez Torga, pintor gijonés en cierto modo olvidado, de quien se expone un delicado trabajo a la cera, donde el muelle local y sus gentes se alzan con el protagonismo. Junto a-Suárez Torga están el Camín inicial, con uno de sus cuadros donde la antigua fábrica de gas condiciona con su volumen el espacio, y también el Antonio Suárez de los primeros tiempos, enfermiza- mente sensible a las delicadezas del color. También Piñole participó en aquellos lejanos eventos, porque su veteranía magistral no iba acompañada del desdén hacia los jóvenes, y por eso tiene sentido la presencia de un dibujo suyo muy significativo, que evoca la playa gijonesa a través de una figura de mujer que lleva consigo todo el encanto de "la Belle Epoque". Lo incómodo de citar algunos nombres concretos al referirse a una exposición en la que el censo de participantes es amplísimo se centra en la inevitabilidad de caer en la injusticia imdeseada. El espacio es poco y los participantes muchos, ,de modo que no hay posibilidad de ir citando uno a uno a cada pintor con una leve referencia a las obras que muestra. La limitación debe ser aceptada, aunque ello no puede ser óbice para señalar que este anárquico conjunto resulta a la vez alegre e instructivo. Son muchos los modos de hacer que se nos ofrecen, y muy variadas las sensibilidades de los pintores que participan, todos ellos unidos por la proximidad de la convivencia, y todos ellos diferentes cuando llega el momento de construir un cuadro. Faltan, evidentemente, artistas que trabajan en Gijón, pero incluso no olvidando esas ausencias, lo que tenemos ante los ojos es una constatación de que en Gijón, en Gijón-sur-mer, la pintura sigue viva. Debería convertirse en tradicional a través de la repetición este salón de Navidad sin retórica ni convocatoria. Lo significativo no tiene que ir acompañado necesariamente por la solemnidad. F. Carantoña