Josefina Junco, el arte de....

Crítica
Exposición: Josefina Junco - PINTURAS
Fecha exposición: 02 - 03 - 1987
Título crítica: Josefina Junco, el arte de....
Autor: Nieves Pidal
Publicación: El Correo de Asturias 31-03-1987
Aunque los críticos la coloquen unos y la descoloquen otros del estilo "nalf, lo cierto es que Josefina Junco admite y 'reconoce ese trasvase que la hizo dar sus primeras pinceladas "con una buena ¡dosis de ingenuismo, espontaneidad e inmediatez en la reacción; aún cuando es muy elaborada. Pero con el tiempo, la formación en el campo plástico me fue exigiendo ser cada vez, más con lo que el planteamiento fue perdiendo ingenuidad, hasta el punto que hay quien dice que camino hacia él surrealismo".
Autodidacta, sin formación académica alguna, esta "naif peculiar" de estilo propio y contundente, recoge la perspectiva,en sus cuadros y se detiene en la magia de la'realidad, o como ella dice "en. la irregularidad mágica". En cualquier caso, lo reál, vestido bajo los- distintos tiempos gramaticales, amenaza sin piedad, vela bajo las fantasías o las ensoñaciónes de los elementos, y se disfraza en casi todos sus cuadros de pasado.
Pese a que ella afirme que "el pasado es una necesidad vital que está, en mi mente y necesito proyectar porque contribuye a mi equilibrio psíquico", no es menos cierto que Josefina está reñida, de algún modo, con el presente. "Probablemente viva de una manera problemática el presente -dice-. Pero en todo caso, ello obedece al rechazo de una civilización contaminada que pierde algo de, la esencia natural del individuo, Se lo verdaderamente humano".
Y así se protege, contemplado la marcha vital sobre tejados o flotando sobre el cromatismo de los óleos, y se coloca como una espectadora más de los recuerdos inmersos en la geografía de Arriondas, su pueblo natal.
"Mi presencia en los cuadros -explica- es una sugerencia de que trato de recuperar el tiempo perdido. Quiero hacer evidente a quien los contempla que el mundo que se ofrece « es el mundo de una etapa de mi vida, como si hubiera en ellos una necesidad de conservar lo que había de primario, puro y auténtico en la niña que aparece".
Con una laboriosa y minuciosa -dedicación, Josefina Junco plasma las contradicciones hu manas en árboles otoñales y sombríos o en multicolores y alegres campos. de primavera; en el éxtasis de la naturaleza o en el dinamismo de decenas de personajes, eligiendo siempre los contrastes de In¡ del amanecer y atardecer porque "son los momentos más irreales, los que más conservan la riqueza delcolor, y es que yo la vida la siento a través del color".
Con la puesta de largo de esta primera exposición individual, que se clausura hoy, Josefina deja atrás excedencias laborales en las que se sumergió para pintar con un abandono frenético, "una experiencia grata y repetible". Pero lo que deja para adelante son los beneplácitos y parabienes de la crítica que han dado a la autora la confirmación y aceptación total en el medio artístico.
Tras el éxtasis de 30 días en los que estampó delirios y obsesiones recalcitrantes, Josefina Junco vuelve ahora a la cotidianidad de una docencia que, aunque paradójico, es un escape de libertad. Ella es de las que viven para pintar y no de las que pintan para vivir. "Necesito -comenta- tener el sentimiento de libertad e independencia para pintar cuando quiero, como quiero y lo que quiero, y no tener que supeditarme a un producto comercial que se vende bien".